lunes, 29 de noviembre de 2010

EL HOMO EMPRESARIUS por Cristian Camilo González Pineda

EL HOMO EMPRESARIUS

Por: Cristian Camilo González Pineda




                                                             “Y con los hechos en la mano, el individuo puede  convertirse en empresario, gerente general sin título;
un campeón. ¿Qué hace un campeón en una compañía?
Corre por los pasillos gritando "síganme muchachos".
Y si lo dice en forma lo suficientemente persuasiva,
con bastante sustancia, ¿qué ocurre? …Que lo siguen”


Roger Enrico


Palabras clave:
HOMBRE- EMPRESA- EVOLUCIÓN- ÉTICA- LIDERAZGO- AUDACIA- RESPONSABILIDAD SOCIAL- BIEN COMÚN- RIESGOS.

Resumen: ser empresario más que una actividad económica es una actitud de vida. Sería un total error si afirmamos que solo son empresarios aquellos dirigentes de las grandes compañías pues aquellos encargados de dirigirlas solo son los administradores. Un abogado puede ser empresario, un ingeniero de sistemas también podría serlo, un médico, Cualquiera puede ser empresario. Entonces ¿Qué es un empresario? ¿Qué es ser emprendedor? ¿Será que un título universitario es carta rotunda al éxito? Con toda la certeza podemos afirmar que no. El camino al éxito está dado por las actitudes personales y las virtudes humanas hechas práctica. Entonces toma una idea, organízala, luego materialízala por difícil que sea, logra un equilibrio entre el bien individual y el bienestar general y con certeza estarás cerca de ser un empresario.



Hasta hace pocos días habría afirmado y defendido la idea de que Dios es un artista tal como fue concebido en su tiempo durante el renacimiento. Hoy día podemos afirmar que Dios es un exitoso empresario. Todo el mundo creado es producto de sus ideas y de su acción. Sacó el cosmos de la nada; organizó cada una de sus partes de modo admirable: el pequeño cosmos de los seres vivientes y el macrocosmos del universo. Estableció las leyes que lo rigen, y produjo una profusión de seres y de obras que no cesan de sorprendernos. Como afirmó F. Savater en su discurso sobre la ética y el empresario: el héroe del momento parecería confundirse con la idea de Dios, e incluso en un principio el héroe fue el Dios mismo, tal como lo fue para los mitológicos griegos; los santos para el oscurantismo y el sabio-artista en el renacimiento.

Hoy tenemos a un nuevo héroe y por tanto una nueva representación contemporánea de la idea de dios. El empresario emprendedor.

Un empresario es un líder que reúne unas condiciones humanas especiales que no obstante se encuentran al alcance de cualquiera, no cualquiera es capaz de alcanzar, estas son: confianza en sí mismo, capacidad para asumir riesgos, flexibilidad, necesidad de realizar y deseo de independencia. No obstante las anteriores resultan ser las principales características del empresario no sobra asegurar que un buen emprendedor goza de algunas virtudes como la audacia, la prudencia, la eficacia y sobre todo la responsabilidad; todas orientadas al bien común y al crecimiento individual

Ahora bien; de las características antes mencionadas, respecto a lo que es un empresario, podríamos afirmar que estas están destinadas a generar una relación con el yo del mismo empresario; cabe aclarar que la característica fundante que mueve al “homo empresarius” radica en su dimensión social, función social o mira al bien común. El bien común se constituye en la red que comunica los intereses tanto de quien emprende la idea como de aquellos que colaboran para que la idea prospere y de frutos; como afirma Roger Enrico presidente de Pepsi Cola "Y con los hechos en la mano, el individuo puede convertirse en empresario, gerente general sin título, un campeón. ¿Qué hace un campeón en una compañía? Corre por los pasillos gritando "síganme muchachos". Y si lo dice en forma lo suficientemente persuasiva, con bastante sustancia, ¿qué ocurre? …Que lo siguen" El bien común es el horizonte de todo buen emprendedor en la medida que por la función social necesariamente el empresario trabaja para el bien de la comunidad, y es en ella en la que se verá reflejado el triunfo o el fracaso de la idea emprendida.

La idea de empresario es sinónimo de prosperidad, de posición social, económica y cultural; una de las cosas que impiden que el mundo esté lleno de empresarios es que muchas empresas fracasan. Este es un hecho consubstancial a la actividad de emprender y como a la mayoría de nosotros nos gusta la estabilidad, la comodidad y la seguridad mucha gente se conforma con llevar una vida tranquila, con menos logros pero también con menos riesgos. Es seguro que si le ofrecen a elegir a una persona entre ganar un sueldo excelente o ser empresario la mayoría escogería lo primero; y es que el temor a lo desconocido es totalmente natural entre las personas, para lo cual vale destacar que empresario es aquel que entiende que en lo desconocido e inexplorado es en donde está el éxito y la evolución; ojo, no se trata de dar pasos ciegos. Se trata de caminar por el trayecto que ilumina la visión del futuro.

Así las cosas, es importante destacar que la vida empresarial presenta tanto ventajas como dificultades y cada cual decide si vale o no la pena arriesgarse para trabajar por cuenta propia. Es raro el caso de un empresario que no haya fracasado y por ello los que permanecen emprendiendo a menudo son personas tenaces. Si hay algo característico de los empresarios es la voluntad de aceptar los fracasos y aprender de los errores.

Existe la creencia común de que existen los "buenos" y los "malos" negocios y que la habilidad de un empresario consiste en descubrir los negocios buenos y evitar los malos. Por eso popularmente se cree que a los empresarios inteligentes les va bien y a los tontos les va mal. Desgraciadamente el asunto no es tan sencillo. Si esto fuera cierto el mundo estaría repleto de empresarios multimillonarios, ya que después de tantos siglos es muy poco lo que queda por descubrir, esta creencia ha hecho la fortuna de miles de “gurús de la administración” que escriben libros muy convincentes con las recetas para tener éxito en los negocios. Lo que explica porqué a personas inteligentes no siempre les va bien y porqué otros sin inteligencia alcanzaran el éxito. es el azar inherente a toda empresa.

En nuestra vida diaria corremos riesgos constantemente, no es imposible evitar todos los riesgos pero si podríamos vivir tan seguros como nos sea posible. Ahora bien, la máxima seguridad la alcanzaríamos al no hacer absolutamente nada. El dilema del empresario, en los negocios y en la vida, es encontrar hasta qué punto está dispuesto a arriesgarse, "Un empresario sabe correr riesgos calculados. No rehúsa los desafíos, pero no es un jugador Evita las situaciones en que el riesgo es muy pequeño, porque no entrañan ningún reto y no prometen gran cosa. También evita las situaciones en que el riesgo es excesivo, porque lo que quiere es triunfar. Evalúa con realismo los riesgos que vale la pena correr".

No obstante lo anterior, el buen empresario siempre está dispuesto a aceptar y a asumir el fracaso y no culpar a otros o a la mala suerte cuando las cosas no han resultado como esperaban, es por eso que un buen empresario debe ser una persona tenaz y persistente; es bastante dudoso definir que riesgos son razonables o no, cuales vale la pena correr y cuáles no, especialmente si consideramos que la mayor utilidad, el mayor logro siempre está aparejado a riesgos altos.

Muy poca gente está dispuesta a correr riesgos y muchos menos están dispuestos a hacerse "personalmente responsables" de las consecuencias de sus decisiones. Por eso tal como afirma Fernando Savater, no es cierto que el camino al éxito este cerrado; hay un gran campo abierto a los que no tienen miedo de arriesgarse.

BIBLIOGRAFÍA

• Savater, Fernando, La Ética Y El Empresario
• Miklar, S. Fervin, El Emprendimiento Empresarial
• Kirzner Israel, Naturaleza Del El Empresario
• Www.Bradanovic.Cl
• Www.Monografias.Com

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