lunes, 29 de noviembre de 2010

EL AMOR Y LA ESCRITURA EN LA HISTORIA por Cristian Camilo González Pineda

EL AMOR Y LA ESCRITURA EN LA HISTORIA
Por Cristian Camilo González Pineda[1]

“Incluso tras todo este tiempo
el Sol nunca dice a la Tierra «estás en deuda conmigo.
¡Observa lo que ocurre con un Amor como ese!
Ilumina todo el Cielo”

Amor- Literatura- Historia- Literatura- Signo- Símbolo- Iconografía- Texto- Emisor- Receptor- Paleolítico- Edad Media- Grecia- Roma- Post Modernismo- Hombre- Comunicación- Mensaje- Evolución- Sociedad-

Amor, escritura e historia. ¿Qué evoca al común de la gente estas tres ideas? Si realizamos un profundo sondeo en personas del común respecto al interrogante planteado caeríamos en un profundo círculo, angosto y engañoso, que no trascendería más allá del campo literario y de lo que diversos escritores a través de la historia han construido a puño y letra sobre el complejo tema del amor. William Shakespeare,[2] Danielle Steel[3] Bram Stoker[4], incluso para la juventud actual muy seguramente sonará el nombre de Stephenie Meyer que con su saga romántica de Vampiros tiene cautivado al público que encontró en ella un nuevo aire en la literatura amorosa.

No obstante, todas estas referencias, producto del conocimiento común, son más que literatura universal en torno al tema amor y pasión. Podría afirmar entonces que se ha llegando al punto de olvidar que escritura y literatura son dos conceptos totalmente diferentes; es decir: amor, escritura e historia no se pueden definir con amor, literatura e historia.

La escritura debe ser entendida como un medio de expresión y forma de comunicación de ideas por el cual se da una previa apropiación y posterior uso de un sistema iconográfico, sígnico y simbólico[5] que se plasma, graba o dibuja sobre un soporte. Al ser la escritura un medio para la expresión en la estructura comunicativa, de la que hace parte, se requiere la presencia de un emisor, que vendría a ser quién crea el mensaje; un receptor que representa hacia quién esta dirigido el mensaje; un texto y contexto, es decir La idea, el estilo mismo y la razón de ser del mensaje (aquí podemos ubicar el escrito como ta)l; y finalmente, por su puesto, un código compartido entre emisor y receptor, que será en ultimas lo que permitirá la comprensión de este.

No obstante lo anterior, no es viable limitar la escritura solo al texto escrito, visible y perceptible por el sentido ocular, en razón a que tal como hemos afirmado el texto no es la única forma de escritura ya que en razón al símbolo y al signo, como elementos fundantes de lo que debemos considerar como escritura, también resulta viable entender como tal, la imagen y el dibujo, incluso, mas allá del sentido de la vista[6], la representación tridimensional palpable con el tacto también es una forma de escritura. De no aceptarse lo anterior, tendríamos que excluir el sistema Braille de lecto-escritura para ciegos como una de las formas de escritura, situación que a todas luces resulta inconcebible.

La literatura es aquel arte que utiliza las palabras y que se vale de ciertas reglas gramaticales para expresar o comunicar una idea. Literatura no es un compendio o cuerpo de obras tal como creen muchos autores, más bien, tal como afirma el gramático filósofo Carlos Gales, es una práctica de escritura para comunicar ideas de interés particular o general. Se puede afirmar entonces que la literatura se nutre totalmente de la escritura[7], y aunque la escritura en un sentido restringido también se nutre de la literatura[8], resulta imposible asimilarlos como lo mismo.

En párrafos anteriores logramos evidenciar la diferencia sustancial entre la fuerza comunicativa del escrito y el elemento creador de lo literario. Esto con el fin de levantar y delimitar el marco de análisis del presente ensayo respecto a la cuestión que nos aqueja. Son muchos los análisis respecto a como la literatura universal y el amor han evolucionado con el paso del tiempo, pero realmente alguien se ha cuestionado respecto a ¿como han evolucionado la escritura y el amor a través de la historia?

El amor y el odio son considerados como los sentimientos más complejos exclusivos al ser humano. Se ha llegado incluso a afirmar que estos sentimientos son los encargados de mover el mundo, y es verdad. Actualmente las industrias más poderosas y rentables giran en torno al amor o por el contrario al odio[9] para Noel Pierre Lenoir el amor es una fuerza elemental y eterna, como un sentimiento sostenido a lo largo de la historia de la humanidad, que no renuncia a los valores morales que ha conquistado y que se niega a desaparecer en razón a que es inseparable de la concepción humana de la dicha y de la elevación del alma. Podemos leer en distintos periodos de la historia, y en distintas sociedades, que el amor esta presente en cada momento, aunque de manera distinta, pero está. Se observa la presencia de sentimientos en los hombres de las cavernas que protegen a su clan, también en los caballeros de la edad media, Las cartas de amor, las postales que enviaban los militares a sus amadas desde lo lejos y hasta en la actualidad cambia la expresión, la modalidad y la forma, pero el amor perdura y acompaña a los hombres en su evolución.

El análisis comienza entre los años 15.000 y 12.000 A.d.C durante el periodo magdaleniense donde se erigieron en Santillana del Mar, Cantabria España, la obra pictórica más importante de la prehistoria, las pinturas de Altamira. Nos ubicamos en una época del hombre nómada. Ha sido muy controversial la idea de amor entre los hombres prehistóricos, un hombre que se mimetiza con lo animal, un hombre que sentía en base de sus instintos básicos animales. El amor surge producto de la capacidad racional atenuada y de la identificación de un individuo bien sea con un grupo o con otro individuo. El hombre cavernario no era un ser individualista, por el contrario una de sus principales características reside en la existencia de la manada, de la unión. La manada para protección, la manada para la caza, la manada para la reproducción, la manada para la conservación, que resulta en uno de los principales instintos básicos humanos. Seria imposible encontrar una manifestación de amor tal como se evidencia hoy día, y mucho menos un escrito, un signo, o símbolo respecto a nuestro contemporáneo sentimiento; pero si podríamos hablar de un amor por la naturaleza, un amor enfocado a conocer lo desconocido, un amor para si. Las pinturas rupestres hoy día son entendidas como un diario; una manifestación del diario vivir del cazador prehistórico. Ciervos, caballos, bisontes, hechiceros, son sus representaciones, son sus escritos. Ellos muy seguramente representan lo que es evidente como aquello que no lo es, entre esas cosas el amor, un amor tan irracional como el de la actualidad, pero sin tanto signo que lo represente.

Pasamos de una época en que prácticamente el signo y el símbolo respecto al amor son nulos, a una era de culturas clásicas; resulta trascendental entender el sentido etimológico y el nacimiento de la misma palabra toda vez que por medio de esta podemos reconstruir el contexto y la idea que manejaba dicha cultura sobre el “amor”. Posteriormente se analizará con mas detalle las diversas muestras signicas y simbólicas del amor para dicha cultura.

En Roma el Amor proviene del latín “amor-oris” y esta voz a su vez de otra indoeuropea reconstruida como “am”, que supuestamente es una reducción de otra raíz indoeuropea igualmente reconstruida como “amma” que significa madre. Es decir, el amar para la cultura romana es un concepto que derivaría del "Amor de Madre". De esta misma raíz indoeuropea “amma” derivaría también el concepto de la amistad cuyo predecesor más inmediato sería el latínAmicus”. No resulta exagerado afirmar que los antiguos romanos adoraron el amor. Otorgándole la más alta consideración, cantaron y alabaron sus excelencias, además de practicar, por supuesto, todas sus variantes. “El amor ocupó el centro de su pensamiento, a la vez que se instalaba en el corazón de la sociedad y se manifestaba en sus costumbres. Relacionado inicialmente con lo sagrado, se aparta de esa instancia y se convierte en institución cuando se multiplican sus ritos y representaciones, a partir del siglo I”[10]. Es en ese momento en que el amor empieza su reinado y los poetas se lo apropian para reverenciarlo en todos sus matices. El amor se mezcla así con asuntos de alta política, basta recordar a César, Cleopatra y Marco Antonio. En la cultura romana podemos referenciar diversos símbolos y signos del amor. El matrimonio romano representó un acto civil por medio del cual dos familias se unían para generar hijos legítimos y dar continuidad a la familia. La ceremonia nupcial romana es reconocida como uno de los rituales mas solemnes llegándose incluso al punto en que cualquier error en dichas solemnidades podría llegar a generar nulidad del contrato matrimonial

El amor romano es un amor fundado en la creación de un vínculo entre los contrayentes, es un amor que funge con miras a la procreación y el establecimiento de la familia. Muchos de los símbolos matrimoniales, de la época romana se encuentran vigentes en la actualidad, es muestra esto del fuerte impacto de dicha cultura en la sociedad moderna. La existencia de un anillo de compromiso, el consentimiento de los padres, un velo para la novia, la unión de las manos de los contrayentes o el acto del beso con la novia después de que quien dirigía la ceremonia de matrimonio los declarase legalmente casados, son muestra de una serie de signos y símbolos de la época que rigen en la actualidad.

Mas allá y tocando de forma mas directa el tema escritura y amor en roma, tenemos como una de las principales consecuencias del matrimonio y del “amor” la unión de los sellos, es decir la creación de un símbolo escrito que representa la unión de las familias romanas. Es sabido que cada familia romana estaba identificada con un sello, este emblema es muestra del poder que se genera a partir de la unión. La consumación del matrimonio fusiona las familias y dicha unión se protocoliza con el entrelazamiento de los sellos.

La cultura Clásica Griega tenían tres formas de amor[11]: de las cuales el “Eros” correspondía al amor pasional, erótico y comprometido, Al igual que ocurrió con la cultura romana, la cultura griega vivió diversas etapas respecto al tema “amor y símbolo”, todas ellas marcadas por el arte y la representación grafica, simbólica e iconográfica. Una primera etapa en la que el amor se justifica en tono a la intromisión de los dioses en la vida humana representada por el mítico relato “juglar” del “Andrógino”[12]

La cultura Greca clásica representa la civilización antigua que más importancia le ha dado a los relatos sobre amor, se constituye en una de las culturas más liberales y desprendidas respecto a este tema donde predomina la idea del sexo, el placer y la homosexualidad. Ideas que son desarrolladas por la construcción de una literatura universal.

Respecto al signo y al símbolo en la cultura greca podemos afirmar que la escritura sobre amor ostenta una estructura teleológica y racional. Pretende ser explicativa de los sentimientos y su origen esta totalmente ligado al concepto subjetivo de belleza. Es una visión filosófica del amor y dicho sentimiento depende de la imagen. Enamorar en Grecia es elogiar por los atributos físicos, pero al menos en la civilización clásica, el enamoramiento solo se veía entre los hombres. Un hombre que es quien elogia y otro quien posee la belleza.

Pasando a la Edad media, en razón de las campañas realizadas por los caballeros, se estructuró en la escritura amorosa un aire de heroísmo y sacrificio. Los escritos de la época son ejemplificados en diarios de los caballeros mediante los cuales se plasmaban las peripecias vividas y las ansias del caballero de volver a ver a su amada y a su descendencia. Estos mensajes llegaban con mucha dificultad a su destinatario debido a los problemas para transportar los escritos desde los lugares en que se realizaba la campaña militar hasta el lugar donde vivía el guerrero. Resulta muy común que los mensajes llegaran aglutinados como extensos libros que más que mensajes para su “amada” constituían diarios de batalla. Muy similar a la situación que se vivió durante las épocas guerra y post guerra concernientes a la primera y segunda guerra mundial donde en razón al enfrentamiento bélico la comunicación aunque mucho mas sencilla que durante las cruzadas medievales, resultaba también compleja y lenta.

Es evidente que “el amor en los tiempos de guerra”[13] resulta en un amor intenso y sufrido, lleno de preocupaciones angustias pero sobre todo de soledad. Los escritos de esta época son narrativos, pretenden crear la sensación de presencia del ausente que vive la guerra y que se encuentra distante, manteniendo al ser amado informado de los aconteceres mas relevantes del diario vivir de quienes ama. Resulta muy común el uso de figuras que exaltan el valor y el heroísmo por parte del militante; y respecto de quien se encuentra en la situación de calma lejos de la guerra, mediante los mensajes ejemplifica sumisión, amor, fidelidad, resignación y espera. No obstante la falta de medios que optimizaran la comunicación entre quien milita y quien espera, generaron el mismo inconveniente evidenciado durante la edad media: o el mensaje no llegaba a tiempo, o en casos mas benévolos llegaban con mucho tiempo de retrazo, el receptor recibía entonces una memoria o diario escrito donde el militante narraba las peripecias del diario vivir.

Con el paso del tiempo y la óptima implementación de los medios de comunicación ha habido mejoras en la forma. La comunicación constante por medio del telégrafo facilito el flujo de información que con posterioridad se perfecciono con la tecnología postal y telefónica. Las postales y mensajes vía telégrafo representan formas muy concretas de comunicación. Dichos medios no permitían una gran extensión en el comunicado, razón por lo cual los mensajes de amor se convirtieron en muestras mas que de amor, de respeto y de seriedad. Las tarjetas postales tampoco permitían mucha extensión en el mensaje, no obstante resultaban ser más emotivos que los constituidos mediante el uso del telégrafo, terminaron convirtiéndose en un medio para informar el destino actual de quien enviaba el mensaje.

La era contemporánea o post modernidad como lo entienden algunos, a generado la revolución de la comunicación por medio de la implementación de tecnología que rompió con los paradigmas de épocas anteriores. El teléfono, el celular y la Internet constituyen las nuevas formas de comunicación que rompen con la idea de barrera y distancia comunicativa, nos concede la facilidad de enviar y recepcionar un mensaje con tan solo presionar un botón. Ya la escritura no es a base de tinta, hoy por hoy hablamos de la escritura digital, cifrada en un mensaje de datos y que tiene la misma credibilidad a los mecanismos de comunicación anteriores, no obstante los contemporáneos son reconocidos pues resultan ser más eficaces, al menos la carta postal aun sobrevive en la actualidad.

El amor es hoy más que nunca un juego de símbolos y signos que en muchas ocasiones se expresan mediante figuras lingüísticas y en otras no. la idea de amor, en la actualidad es manejada desde una perspectiva totalmente libre e informada, sin tabúes ni restricciones que limiten su florecimiento pues ni la distancia, ni las prohibiciones son medios óptimos para minimizar o aminorar el flujo de información, entre dos seres que se aman, y menos cuando se afirma que la distancia entre dos personas se reduce una llamada telefónica o bien un mensaje de datos.

La idea de amor hoy a pasado de la sala de lo privado al parque de lo publico, un amor de intervención social, coadyuvado por las implementaciones tecnologías como Facebook, Hotmail, Skipe, Msn y Yahoo, que se constituyen en las principales responsables de levantar el velo de privacidad que existía antes de la implementación tecnológica. El amor se convirtió en un discurso fundamentado alrededor del consumismo-materialista, que a convertido los clásicos símbolos de amor en símbolos materiales y comerciales de “amor”.

Es ahora que concluyendo este ensayo me cuestiono respecto a si es posible hablar de una escritura del amor en la época postmoderna y en la actual contemporánea. Posiblemente sí; recordemos que hoy vivimos en la época del “amor”, que sigue siendo “amor”; de la “libertad” que sigue siendo "libertad" y sobre todo, del “capitalismo tecnológico”.
BIBLIOGRAFIA
  1. SARAH corona. El amor como vínculo social. Ensayo.
  1. MATEOS Morenos, Javier. Filosofía del amor para la música.
  1. DIAZ Montexano, Georgeos. “el amor” orígenes etimológicos; Egipto, Grecia y Roma Hispana.
  1. MUÑOZ De La Peña, Francisco. La química del amor.
  1. GRIMAL Pierre, el amor en la roma antigua, Ed. Barcelona , 1999
  1. www.wikipedia.com
  1. www.terra.com.mx/teens/articulo/892966/14+simbolos+de+amor.htm.
  1. www.monografias.com



[1] Estudiante de Derecho de la Universidad de Cartagena
[2] Romeo y Julieta (1597) es una tragedia de William Shakespeare. Cuenta la historia de dos jóvenes enamorados que, a pesar de la oposición de sus familias, rivales entre sí, deciden luchar por su amor hasta el punto de casarse de forma clandestina; sin embargo, la presión de esa rivalidad y una serie de fatalidades conducen al suicidio de los dos amantes.
[3] Regreso al hogar (noviembre de 1980) Gillian, estilista divorciada y madre de una niña de 5 años, vive una aventura con Chris, un cámara de cine, seductor, hippie, irresponsable e infiel por naturaleza. Después de una serie de encuentros pasionales Gillian queda embarazada de Chris. Gillian descubre a Chris en su propia cama con otra mujer, y tras este incidente la joven opta por dejar San Francisco y regresa a Nueva York. Allí reencuentra a Gordon, amigo seguro y leal que se convierte en su amante. Pero ella no ha olvidado a Chris, situación que termina por perturbar a presente y a futuro la relación que pretende con su nuevo compañero.
[4] Drácula (1857) Drácula parte de la existencia de Vlad Tepes, un personaje histórico situado en la Rumania del siglo XV, y conocido por su heroicidad contra la invasión otomana, pero también por su crueldad. A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de él, Bram Stoker escribe esta magistral novela en forma de diarios y cartas que los personajes principales van intercambiándose. Una obra trascendental de la literatura gótica que abrió un nuevo camino en la novela de terror-amor y que instauró la figura del aristócrata transilvano como arquetipo del mal y modelo de seducción perversa.
[5] El sistema puede ser o bien: complejo, resultante de la evolución humana, donde hoy por hoy el lenguaje escrito y los sistemas simbólicos han llegado por los medios de comunicación a convertirse en medios de expresión y comprensión universales; como sistemas simples o no complejos, que podrían ser mas sectoriales o elitistas, bien sea por la falta de evolución de la forma y los medios de comunicación tal como se ejemplifica en periodos arcaicos, o bien por sectores elitistas que manejan un sistema signico y simbólico restringido como ocurrió en sus tiempos con las sectas masónicas, luciferinas, entre otras.
[6] La finalidad del escrito radica en que el mensaje llegue al receptor y que tenga cierto grado de perdurabilidad. Es viable afirmar que no solo el sentido de la vista resulta ser esencial para el tema. También lo es el sentido del tacto, del oír, e incluso el sentido que percibe los olores podría ser el medio de percibir un escrito. La actual sociedad postmoderna se ha encargado de romper todos los tabúes entre los cuales situaríamos el que nos concierne.
[7] En la medida que la literatura como medio artístico y de expresión requiere de la letra, de la palabra, del texto y de la misma gramática para comunicar la idea. Se vale del símbolo y del signo que ha sido adoptado por un grupo o asentamiento humano, es decir por el idioma, y la base del idioma es la palabra tanto escrita como la hablada, pero siempre bajo las reglas gramaticales y de expresión.
[8] Las fuentes materiales también son conocidas como fuentes históricas. Es un error afirmar que la literatura toma símbolos y signos ya existentes. La literatura es un arte y el fundamento del arte es la creación. En razón a lo anterior, algunos autores por medio de sus obras escritas han creado nuevos símbolos y signos que han contribuido al campo de la escritura, en algunos casos la literatura a prestado a la escritura la labor de difundir y generalizar los conceptos, los signos, los símbolos y los iconos.
[9] Por dar ejemplos, en Cartagena la emisora mas escuchada es Radio Tiempo, la emisora del “amor”; la música mas solicitada en Colombia o bien trata del amor o del desamor. Las empresas militares, la misma religión católica. El marketing de diferentes marcas de bebidas, desodorantes, giran en torno al amor y a los sentimientos y actos que a él le son asimilables.
[10] Grimal Pierre, el amor en la roma antigua, Ed. Barcelona , 1999
[11] “Eros”, “Filos”, “Agape”. “Eros”, literalmente significa amor, pasión, deseo apasionado. Posiblemente se puede relacionar con las voces griegas “Eroéo”, brotar, fluir; “Eroe”, fuerza, ímpetu, empuje, pasión; y “Ero”, prometer, lo prometido; es decir, que para los griegos, mucho más sutiles y cultos que los romanos, existe un Amor “Eros”, que es pasión, deseo erótico y compromiso.
[12] Cuenta la historia que existían tres sexos: lo masculino era en un principio descendiente del sol; lo femenino, de la tierra, y lo que participaba de ambos, de la luna. Estos tres sexos, y su manera de avanzar, eran, precisamente como la luna, circulares. Así pues, eran terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia, hasta el punto de que atentaron contra los dioses. Ante esta situación, Zeus y los demás dioses deliberaron, y se encontraron ante un dilema, ya que no podían matarlos o hacer desaparecer su raza fulminándolos con el rayo como a los gigantes, porque entonces desaparecerían los honores y sacrificios que los hombres les tributaban, ni permitir que siguieran siendo altaneros.
Tras mucho pensarlo, al fin Zeus tuvo una idea y dijo: «Me parece que tengo una estratagema para que continúen existiendo estos seres y al mismo tiempo dejen de ser insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo voy a cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles para nosotros, al haber aumentado su número». Así pues, Zeus llevó a cabo su plan, y una vez que la naturaleza de estos seres quedó cortada en dos, cada parte empezó a echar de menos a su mitad, a reunirse con ella y rodearla con sus brazos, a abrazarse la una con la otra anhelando ser una sola por naturaleza. Desde entonces, el amor de unos a otros es innato en los hombres y mujeres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata de hacer un solo individuo de dos. Por eso, cuando se tropiezan con aquella verdadera mitad de sí mismos, sienten un maravilloso impacto de amistad, de afinidad y de amor, de manera que no están dispuestos a separarse.
[13] Parafraseando a Gabriel García Márquez y su libro “el amor en los tiempos del cólera”

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